El Capotraste. ¿Una herramienta para aficionados?
- croceantonino
- 25 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 jun 2020
A lo largo de mis 20 años como guitarrista me he topado con muchas personas que descalifican a los intérpretes que usan el capotraste. He escuchado cosas como "Eso es para novatos",

"Aprende a transportar", entre otras cosas un poco más vulgares y peyorativas.
Debo confesar que en mis años como estudiante de guitarra clásica también era de los que pensaba que el capotraste era una cosa para amateurs, pero dos situaciones en los últimos años cambiaron mi forma de pensar y no entiendo cómo guitarristas con muchos años de experiencia no se dan cuenta de las cualidades de esta herramienta más allá de la trivial simplificación al transportar las posiciones básicas de los acordes a otras tonalidades.
La primera experiencia que me enseñó algo relevante sobre el capotraste fue en el año 2011 cuando estudiaba la obra renacentista "Lachrimae Pavan" de John Dowland. La afinación más común del Laúd renacentista era Sol, Do, Fa, La, Re, Sol, y en la búsqueda de una sonoridad similar opté por colocar el capotraste en el tercer traste de la guitarra.
¡Descubrí un mundo nuevo!
Resulta que al acortar la longitud de las cuerdas se generan vibraciones más veloces y nuevos armónicos naturales que reaccionan de forma distinta con el cuerpo del instrumento. Ahí entendí que el capo no sólo me sirve para transportar la pieza de LA (Arreglo para guitarra) a su tonalidad original que era DO, sino que también transforma el timbre de la guitarra en uno muy similar al del Laúd, genera nuevos colores musicales y amplifica la intensidad (volumen) del instrumento.
La segunda experiencia fue cuando trabajaba como músico de sesión grabando una guitarra rítmica en una canción en Ab. Me mandaron el audio de ejemplo y de ahí saqué de oído, o como decimos en Venezuela "de guataca", los acordes con todas sus inversiones, pero por más que intentaba no lograba que la guitarra me sonara como la del audio, que había sido grabada por una guitarrista principiante para acompañar su canción pop. Yo mismo me preguntaba "¿Cómo es posible que a una principiante le suenen tan fluidos los acordes en una tonalidad tan complicada y con tanta resonancia usando barras, sin cuerdas al aire por ningún lado?". Fue entonces cuando se me ocurrió usar el capotraste en el segundo traste de la guitarra y ¡listo!, problema resuelto. Mi guitarra agarró un color idéntico al de la grabación, los acordes sonaban más fluidos y obtuve mayor proyección del instrumento.
Resulta que la resonancia de los armónicos es mayor cuando se tienen cuerdas al aire en los acordes, la vibración es mayor entre la cuerda y la ceja que entre la cuerda y el dedo, es por eso que los acordes con barras suelen sonar más opacos.
Con todo esto no pretendo enseñar que se use el capo siempre y no aprender a transportar, todo lo contrario, mi objetivo es compartir las cualidades de esta herramienta e invitar a los guitarristas a usarla como un recurso tímbrico, como una herramienta creativa en la búsqueda de sonoridades y solución de problemas interpretativos.
La técnica debe estar al servicio de la música, no la música al servicio de la técnica.
Antonino Croce
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